POEMA DEL SER

17.03.2020

PROEMIO

FRAGMENTO 1

Los corceles me arrastran, tan lejos como el ánimo anhela

me llevaron. Y una vez que en el renombrado camino

de la Diosa me hubieron puesto, que lleva al varón sapiente a través de los poblados,

por allí me condujeron. Por allí me llevaban los hábiles corceles

tirando del carruaje; las doncellas indicaban el camino.

En los cubos del eje con estridente sonido rechinaban

ardiendo (acelerado por dos vertiginosas

ruedas, de ambos lados) cuando se apresuraban a escoltar

las doncellas Helíadas, abandonadas ya las moradas de la noche

hacia la luz, habiendo con sus manos los velos de la cabeza retirado.

Allí [están] las puestas de los senderos de la noche y del día

y en torno a ellas, dintel y umbral de piedra,

y ellas mismas, etéreas, cerradas por inmensas batientes hojas

de las que Dike, la de los múltiples castigos, las llaves guarda de doble uso.

Le hablaron las doncellas con blandas palabras

y sabiamente persuadieron a que el enclavijado cerrojo

prontamente de las puertas les quitase. Y éstas de la entrada

el inmenso abismo produjeron al abrirse. Los broncíneos

postes en sus goznes uno tras otro giraron

de clavijas y pernos guarnecidos. Y a través de las puertas,

derecho por el camino, carro y caballos las doncellas condujeron.

Y la diosa benevolente me recibió; con su mano

mi mano derecha cogiendo, con estas palabras a mi se dirigió:

Mancebo, de auriga inmortales compañero compañero,

que con sus caballos que te traen , a nuestra morada llegas,

¡Salud!, que no una mala moira te envió a seguir

este camino (pues fuera del sendero de los humanos está),

sino Themis y Dike. Y así tendrás todo que averiguar,

tanto de la bien redonda verdad el corazón imperturbable

como de los mortales los pareceres en los que verdadera fidelidad no hay,

y aprenderás también esto: cómo lo múltiple pareciente

tenía que hacerse aceptable, penetrándolo todo por todas partes.

Vía de la Verdad.

FRAGMENTO 2

Pues bien, yo te diré -cuida tu de la palabra escuchada-

las únicas vías de indagación que se echan de ver.

La primera, que es y que no es posible no ser,

de persuasión es sendero (pues a la verdad sigue).

La otra, que no es y que es necesario no ser,

un sendero, te digo, enteramente impracticable.

Pues no conocerías lo no ente (no es hacedero)

ni decirlo podrías en palabras.

FRAGMENTO 3

Pues lo mismo es inteligir y ser.

FRAGMENTO 4

Pero mira: lo ausente está a la vez firmemente presente para el noûs,

porque [el noûs] no apuntará lo ente de su conexión con lo ente,

ni disperso por todas partes y de todos lo modos según un orden,

ni reunido en sólida consistencia.

FRAGMENTO 5

Indiferente es para mí por donde empiece, pues allá retornaré de nuevo.

FRAGMENTO 6

Necesario es decir e inteligir que lo ente es. Pues es ser

pero nada no es. Te intimo a que todo esto pienses.

Y primero de esta vía de indagación yo te aparto,

pero luego también de aquella por donde los mortales que nada saben

van errantes, bicéfalos: pues el desconcierto en sus

pechos dirige el errabundo noûs. Arrastrados,

sordos a a la vez que ciegos, estupefactos, masas indecisas

para quienes ser y no ser son lo mismo

y no lo mismo, y el sendero de todo es revertiente.

FRAGMENTO 7

Pues nunca esto dominarás: ser los no entes.

Aparta tú el pensamiento de esta vía de indagación;

ni la costumbre multiexperta te fuerce por ella

a agitar el ojo sin vista y el oído retumbante

y la lengua; mas discierne con el logos el polémico reproche

por mí expresado.

FRAGMENTO 8

Un sólo decir aun como vía

queda: que es. Por esta vía hay signos distintivos

muchos: que lo ente ingénito e imperecedero es.

porque es único, imperturbable y sin fin.

No era alguna vez, ni será, pues ahora es, todo a la vez.

uno solo, compacto. Pues ¿qué nacimiento le buscarás,

cómo, de dónde ha crecido? No te dejo "de lo no ente"

decir ni inteligir, pues ni decible ni inteligible

es que no es. ¿Y que necesidad lo habría impelido

después o entes, si empezó de la nada, a llegar a ser?

Y así o el todo ser es necesario o no [ser].

Ni jamás de lo no ente permitirá la fuerza de la persuasión

que llegué a ser algo junto a él. Por lo cual ni llegar a ser

ni dejar de ser permitió Dike, soltando cadenas

sino que las retiene. La decisión sobre esto consiste en lo siguiente:

es o no es. Pero ya está decidido, como [es] necesidad,

que una [de las vías] es impensable, sin nombre (porque no es verdadero

camino), en cambio, la otra es y es genuina.

¿Cómo podría después dejar de ser los entes? ¿Cómo llegaría ser?

Si llegó a ser, no es, ni tampoco si va a ser alguna vez.

Y así se extingue la génesis e ignota [es] la ruina.

Ni tampoco es divisible, porque es entero igual.

Ni es algo más por aquí, que le impediría ser compacto,

ni menos, pues está enteramente pleno de lo ente.

Y así es entero compacto. Pues lo ente confina con lo ente.

Pero inmóvil en los límites de ingentes vínculos

es, sin principio, sin cesación, pues génesis y ruina

muy lejos fueron apartados; expulsólos la firmeza verdadera.

El mismo en lo mismo permaneciendo en si mismo yace,

y así firmemente ahí mismo queda. Pues la poderosa Ananke

Lo retiene en vínculos del límite, que lo cierra en torno:

por lo cual, es divina disposición que lo ente no es inconsumado,

porque no es indigente; en cambio, si fuera lo no ente, de todo carecería.

Lo mismo es el inteligir y aquello y aquello por lo cual el inteligir es.

Pues no sin lo ente, del que depende, una vez expresado,

encontrarás el inteligir. Pues nada es ni será

fuera de los entes; puesto que Moira lo ató

a ser entero e inmóvil. Y así todo será nombre

cuando los mortales establecieron, confiando ser verdadero:

llegar a ser y dejar de ser, ser y no [ser],

y cambiar de lugar y variar el color esplendente.

Pero por ser límite extremo, es perfecto

de todas partes, semejante a la masa de bien redonda esfera,

equilibrado del centro a todas partes. Pues nada mayor

ni nada menor puede ser por aquí y por allí,

pues ni lo no ente es, que pudiera impedirle alcanzar

la igualdad, ni lo ente, para que fuese de ente

más aquí y menos allí, pues todo entero es incólume.

Y siendo por todas parte a si mismo igual, comparece igualmente en sus límites.

Con esto termino para ti el logos fiable y el pensar

en torno a la verdad. desde aquí los pareceres mortales

aprende, escuchando el orden engañosos de mis palabras.

Vía de la Doxa.

Acordaron dar forma a dos formas,

para ambas una sola no es necesario, en lo que errados están.

Separen los contrarios por su hechura y pusieron señales

que los apartan entre sí, aquí de la llama fuego etéreo,

benigno, livianísimo, a sí mismo en todas partes idéntico,

a lo otro no idéntico. Más también aquello

que se le opone: oscura noche, de espesos y pesados trazos.

Toda esta aparente ordenación te expongo

para que ningún juicio de mortales te sobrepase.

FRAGMENTO 9

Pero ya que todo fue luz y noche nombrado

y éstas, Según sus virtualidades [fueron atribuidas] a tales o cuales cosas

todo lleno está, a la vez, de luz y de noche invisible,

ambas iguales, porque nada hay allende estas dos.

FRAGMENTO 10

Conocerás la phísis etérea y en el éter todos

los signos, y del resplandeciente sol, pura

antorcha, las obras devastadoras, y de dónde llegó a ser.

Y las circulantes obras averiguarás de la luna de redondo eje

y su origen. Conocerás el cielo que retiene [todo] en torno,

de dónde emergió y cómo lo forzó impelente

Ananke a retener los límites de los astros.

FRAGMENTO 11

Cómo tierra, sol y luna

y éter común y celestial Vía Láctea y Olimpo

extremo y fuerza ardiente de los astros, fueron impelidos

a llegar a ser.

FRAGMENTO 12

Los anillos más estrechos se llenaron de fuego sin mezcla,

los siguientes, de noche; y de entre ambos se proyecta porción de llama.

Y en el medio de estos, la diosa que todo lo dirige,

pues en todas partes rige el doloroso nacimiento y la mezcla,

enviando a lo masculino lo femenino para mezclarse y, a su vez, contrariamente,

lo masculino a lo femenino.

FRAGMENTO 13

Primero de todos los dioses a Eros inventó.

FRAGMENTO 14

Noctiluciente, en torno a la tierra, errante, ajena luz.

FRAGMENTO 15

Siempre inquisidora mirando hacia los rayos del sol.

FRAGMENTO 15A

[La tierra es] enraizada, acuarraigada.

FRAGMENTO16

Pues al modo como cada cual tiene la mezcla de muy extraviados miembros

así el noûs está a disposición de los hombres. Pues lo mismo

es lo que reflexiona, phýsis de miembros para los hombres,

para todos y para todo. Pues lo más es el pensamiento.

FRAGMENTO 17

A la derecha los jóvenes, a la izquierda las doncellas...

FRAGMENTO 18

Cuando la mujer y el hombre mezclan juntos simientes de Venus,

en las venas la conformadora fuerza, de sangres diversas procedente,

guardando un justo equilibrio, plasma cuerpos bien dispuestos.

Pero si, al mezclarse los simientes, las fuerzas pugnan

sin hacer una sola, mezclados los cuerpos, funestas

resultarán por su doble simiente el naciente sexo.

FRAGMENTO 19

Así, pues, emergieron, según el parecer, estas cosas y ahora son,

y, a partir de aquí, habiendo madurado, acabarán.

A ellos los hombres nombre impusieron acuñado para cada cual.


Parménides de Elea,

Poeta de Grecia.

Texto extraído de galeon.com.

Fotografía del texto,

por un artista desconocido,

Parménides de Elea.

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